Hace años que te ponés en segundo, tercero, cuarto, y hasta
quinto lugar. No te priorizás. Siempre te hicieron creer que pensar en sí
mismos es ser egoístas, que eso es menospreciar a los demás.
Cuándo te toca? Te pasás horas leyendo historias y mirando
paisajes de viajes de alguien más. Te querés ir a la mierda y hacer desaparecer
en un suspiro, en un abrir y cerrar de ojos, tus ahorros en todos esos momentos,
que en el fondo, sabés que después de todo lo que pasaste, te merecés.
Pero siempre va haber alguien que te diga: mejor seguí
ahorrando para tu futuro, para comprarte un auto, una casa. Te dicen que en
cuotas es mejor, que dejes diez, quince, veinte años de tu vida detrás de
paredes, puertas, ventanas, chapa, estéreo, y no sé cuanta mierda más. Pero escuchás
trenes, colectivos, aviones, pasás cerca de las terminales y aeropuertos, y ay!
Te empieza a latir con fuerza el corazón, no te importaría empeñar la vida para
conocer el mundo. Pero siempre está esa voz que te dice que sólo se invierte en
lo tangible, en lo material.
Hay algo que yo siempre quise escuchar, y nunca nadie me
dijo: agarrá tus cosas y tomatelás de acá. Andate, corré, volá. Conocé lugares
nuevos. Cambiá de aire. Yo sé que querés viajar. Ahorrar para qué? Para después
sólo conocer lo poco que te rodea? Siempre las mismas calles, la misma rutina,
de la casa al trabajo, del trabajo a la casa. Eso, no es vida.
Yo sé que te querés ir, sólo te falta un empujón, confiá. Andate
a la playa, a la montaña, conocé animales, artistas, climas, comidas,
costumbres, culturas, idiomas, música, gente, mucha gente. Andate, haceme caso,
ahora te toca a vos.
Animate, vendé todo y andate a la mierda. Tanto que tenés, y
muchas veces no sabés ni para qué. Lo material sólo te aprisiona, te ata.
Ahora decime: cuál es tu próximo destino? Sí, ahora, te toca
a vos!
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