sábado, 1 de septiembre de 2018

LAS PEQUEÑAS COSAS

Yo puedo ser un desastre para muchas cosas, pero para cantar, escribir, y amar, soy extremadamente detallista.
Canto y escribo lo que amo, lo que pienso, lo que siento, y sobre todo, lo que soy.
Amo cosas chiquitas, diminutas, esas pequeñas cosas que nadie ve, nadie siente, y nadie escucha. Bueno, esas amo yo. Esas cositas simples, cositas hermosas.
Aciertos, expresiones, gestos, muecas, palabras, respiraciones, señas, silencios, risas, sonrisas, suspiros, virtudes, su voz. Y también todo eso que ni él sabe que tiene. Cicatrices, defectos, errores, imperfecciones, lunares, miedos. A mí me gusta descubrir lo bueno, lo interesante, lo extraordinario, lo diferente, y enamorarme de todo eso.
Él quizás no es tan curioso, quizás no tiene ni la más pálida idea de cómo ver cosas en mí que ni yo misma veo, cosas que ni yo sé que tengo. Él quizás ve lo que ve, y ya está, se conforma con eso, pero no me importa. Porque eso nos hace distintos.
Somos tan distintos, que eso hace que cada día me enamore más. Y no, sabés que no, no quiero que cambie, porque me gusta así. Para enamorarme de alguien igual a mí, suficiente tengo conmigo.
A mí me gusta descubrir mundos diferentes, y que mejor mundo que ese que hay detrás de su sonrisa, simple y auténtica.
Yo lo elijo a él porque lo quiero así, entero, original, y quizás no es perfecto para los demás, pero para mí sí, y eso a mí, me alcanza.