Hoy, puedo entender al mundo, a vos, pero a mí no. Soy un
caos, me busco, y no me encuentro, mi cuerpo está acá, pero mi alma, mi corazón
y mis pensamientos están en quién sabe dónde. Perdí el camino, la guía, la
brújula, el norte.
Últimamente, estoy llena de dudas. No sé por qué hago lo que
hago, y tampoco sé por qué no hago lo que no ago. No sé cómo explicarlo, es como
si estuviera en una primera cita conmigo misma. Redescubriéndome, reencontrándome.
Cambié, porque sé que no soy la misma que hace unos años, pero
a la vez, cuando sonrío me doy cuenta de que estoy más auténtica que nunca.
Quizás, estoy tomando impulso para volar más alto, quizás, en este momento, no
tengo ni la más pálida idea de lo que quiero, pero sé lo que no.
Perdí el reloj en el tiempo.
No sé cómo describirlo, pero estoy como rehabilitándome de
andá a saber qué.
Hoy me siento con el alma y el corazón visibles a los ojos
de todos. Me siento más desnuda, más transparente que nunca.
Y lo único que entiendo es que estoy cambiando, creciendo,
evolucionando, mutando. Redescubriéndome, reencontrándome.