domingo, 1 de mayo de 2016

MIRADAS

Así como dicen que los ojos son el reflejo del alma, también dicen que una mirada dice más que mil palabras y hay miles de miradas que dicen tanto, que dicen todo.
Están las miradas llenas de felicidad, llenas de vida. Esas miradas que inspiran confianza, complicidad. Esas risueñas, enamoradas. Esas que consuelan, acarician, abrazan y por qué no, también besan. Esas dulces, transparentes, que ablandan hasta el corazón más duro.
Pero también, están las miradas tristes, las que esconden dolor. Esas miradas vacías, llenas de rencor y odio, miradas que asustan, hieren, lastiman. Esas misteriosas, perdidas, indiferentes.
Asimismo, hay otras miradas que pocos ven, que pocos quieren ver. Miradas quizás dormidas, difíciles de descifrar. Miradas que pocos tienen el privilegio de tener. Miradas que saben, que no se ve bien sino con el corazón. Miradas que saben, que lo esencial es invisible a los ojos.
El mundo, está lleno de miradas bellas, profundas, deseosas de ganas de vivir. Ilusionadas, con ganas de ver, de descubrir magia.
Si alguna vez te cruzas con estas últimas, no las dejes ir, llénate de su autenticidad, su esencia. Míralas como si fuese lo último que vas a ver en tu vida, porque esas, sin dudas, van a ser las que salven el mundo.