Es la unión de dos corazones. Es esa unión que nos obliga a aprender
a cuidar, a no preocuparnos solo por sí mismos y de velar por la seguridad y la
felicidad del otro.
Con él, aprendemos a tener en cuenta a los demás, a
perdonar, a compartir, a superarnos, aprendemos de los errores, con él el
tiempo no existe, con él el amor es incondicional.
Aunque las circunstancias nos cambien o nos alejen,
sabemos que el amor permanece a pesar del tiempo. Un hermano siempre hace
cualquier cosa por vernos sonreír. Pase lo que pase y aunque las ramas de los
árboles se distancien, siempre compartiremos raíces. Porque todas las lágrimas
y sonrisas vividas uno al lado del otro nos une para siempre. Porque lo que dos
hermanos han vivido juntos no se olvida nunca.