jueves, 1 de enero de 2015

SERÁ QUE DECIR ADIÓS, ES CRECER?

Los lazos bien cruzados nunca se rompen.

Cuando se conectó desde el alma, cuando dos corazones están tan cerquita que logran casi ser uno solo, jamás se olvida.

No importa que no haya podido ser. No importa que no haya durado más.

Funcionó, poquito tiempo, pero funcionó.

Cuando hubo amor de verdad, cuando se dejó el alma y el corazón intentando hacer más feliz al otro, cuando te entregaste con el cuerpo y el alma, no fallaste, no te fallaron. Quedó lo vivido.

Basta de pensar que lo que no duró es un fracaso. Fuiste feliz, hiciste feliz a alguien.

El tiempo no borra los "te amo", los besos, las caricias, los abrazos que salieron desde el corazón.

Recordá con una sonrisa.

Lo mutuo no siempre es eterno, y a veces la eternidad dura solo un suspiro.

El tiempo no borra lo que queda tatuado en el alma.

El tiempo no borra una conexión que alguna vez los caló hasta los huesos.

Poder decir adiós, es crecer.